KI – por J.A Samiñan

Qué es el Ki? Ki por aquí, Ki por allá… Lo oímos a todas horas, el Maestro nos insiste en que trabajemos con Ki y hasta forma parte del nombre del arte que practicamos, así que debe de ser algo importante, sin duda. Como somos discípulos aplicados fruncimos el ceño y nos reconcentramos mucho cuando aplicamos una técnica al uke, en un intento ímprobo de darle con todo nuestro Ki y derribarlo tan lejos como en las películas de acción. Has sentido mi Ki?, parecemos querer preguntarle cuando se reincorpora. Qué raro, no parece surtir mucho efecto. Y entonces nos tensamos más y resoplamos como búfalos y hasta creemos visualizar una sobreimpresión del rostro de Bruce Lee sobre el nuestro pero nada, en la búsqueda de esa cosa mágica y esotérica no acertamos ni a imaginar cómo será ni dónde estará. 

El Ki: la energía primordial, la fuerza de la vida, la energía cósmica, el aliento vital… Será todo un cuento chino? Inspiro… Yo no veo nada. Expiro… Nada, nada de nada. Serán imaginaciones de hace miles de años, cuando  la ciencia era arcaica y no se conocía la verdadera naturaleza de las cosas? Serán intuiciones absurdas sobre un universo ignoto basadas en pálpitos, en destellos de iluminación,  sin pruebas experimentales, sin demostraciones empíricas de nada…? 

Y sin embargo, no parece ser así, y hoy, en pleno siglo XXI, las conclusiones de la ciencia occidental más avanzada, la física cuántica y la relatividad, que se encargan de investigar, precisamente,  cuál es la naturaleza última del Universo, de qué están hechas las cosas, coinciden plenamente con lo que los místicos orientales ya iluminaron hace miles de años, no investigando, no mirando hacia afuera, sino hacia dentro.

Por supuesto yo no sé nada de física cuántica (no creo que nadie sepa mucho, la verdad), pero enumeraré una serie de ideas generalmente aceptadas hoy en día por la comunidad científica internacional, que nos harán reflexionar cuando menos. No están estructuradas y algunas de ellas son tan alucinantes que inducirán a cada uno a interpretarlas como quiera. Es obvio que yo no me atreveré a sacar conclusiones y tampoco espero que ayuden a aclarar mucho el tema, pero las dejo en el aire por si despiertan el interés de alguno de los que “trabajamos” habitualmente con el Ki.

Será muy gratificante, en otro momento, intentar relacionar estas cuestiones con el Tao, el concepto del origen del Universo en el Big Bang, etc. Ahí van: 

-el prejuicio de que no podemos entender nada mientras no tengamos una representación de ello en nuestra mente debe ser superado si queremos comprender el Universo.  

-la mecánica cuántica conduce a la posibilidad de que nuestra realidad sea la que nosotros decidamos crearnos, esto es, no podemos observar la realidad sin cambiarla; la objetividad no existe.

-a nivel subatómico, la materia es, esencialmente, espacio vacío.

-a nivel subatómico, la masa y la energía cambian incesantemente entre sí.

-la diferencia entre orgánico e inorgánico es un prejuicio conceptual.

-a medida que avanza, la mecánica cuántica se implica más en la metafísica y en la filosofía.

-los fotones, las partículas de luz, de energía, parecen tener consciencia propia.

-estas partículas, a la vez, no parecen tener una existencia independiente; si no las observamos, no existen ;(existe el perfume de una flor cuando no hay nadie cerca para olerlo?)

-nuestra experiencia sensorial nos dice que nuestro mundo es físico, sólido, tangible, auténtico e independiente; la mecánica cuántica nos dice, sencillamente, que no es así.

-todos los intentos de describir la realidad quedan relegados a la categoría de especulación metafísica.

-todas las posibilidades de un suceso se dan, existen a la vez, en mundos múltiples; (es esto la eternidad?)

-el mundo no consiste en cosas, sino en interacciones: la dualidad onda-partícula es una característica de todo lo que existe (y de lo que no existe).

-las apariencias son relativas (teoría de la relatividad).

-todas las cosas tienen una longitud de onda.

-no existe el espacio ni el tiempo, sino sólo el espacio-tiempo.

-todo el pasado y todo el futuro de cada ser individual se encuentran y se encontrarán siempre en un único punto, ahora.

-según la fórmula más famosa del mundo, E=mc2, hasta la más pequeña partícula de materia posee una tremenda capacidad de energía concentrada en ella.

-sólo existe masa-energía.

-la cantidad de esa masa-energía que hay en el Universo nunca cambia, pase lo que pase: esta cantidad siempre fue y siempre será la misma.

-las estrellas que tienen un tamaño tres veces superior o más a nuestro sol terminan transformándose en un agujero negro.

-Cualquier objeto que pase al lado es atraído, literalmente comprimido, exprimido de toda existencia, reducido a volumen cero, desapareciendo en el espacio y en el tiempo; se especula que es expulsado de nuevo por el otro lado… a otro universo!

-un agujero negro medio, por ejemplo Cisne X-1, emite millones de veces más energía que el sol.

-los quasars, agujeros blancos, son el reverso de los agujeros negros; nuestro universo está siendo absorbido y expulsado en otros universos y viceversa.

-esta danza no tiene principio ni fin, es infinita y nunca comenzó.

-en la física de las partículas no hay diferencia entre vacío y no-vacío; una tabla de madera está hecha de fibras, las fibras de células, las células de moléculas, las moléculas de átomos, los átomos de partículas subatómicas, y éstas, finalmente… de nada: vacío, pura energía.

-la materia no es más que una manifestación momentánea de la interacción de los campos de energía y, pese a ello, son la única cosa real en el universo.

-la realidad se articula como una paradoja (koan zen?)

-la fuerza electromagnética, la danza de atracción y repulsión entre las partículas subatómicas, es el pegamento fundamental que hace posible el universo (Ki?).

-por último, es más que posible que todas las diferentes partículas que se conocen sean, realmente, diferentes estados de la misma sustancia fundamental (Tao?). 

Samiñán.