Ha fallecido un amigo. Un buen amigo.

¡Dios lo tendrá en su gloria!

 

Ángel Sáez Jiménez

 

Fue un hombre dedicado al Karate; era el vigente  vicepresidente de la Federación Madrileña de este arte marcial.

Pero también fue un defensor incondicional del Aikido, un colaborador activo y generoso. Juntos fuimos pioneros de este arte en la Sierra Madrileña: yo como profesor y él prestando su dojo a la práctica del Aikido. Cuando abrió su sala, Ishimi 2 –hoy Centro deportivo Villalba-, lo hizo solo con dos actividades: Karate y Aikido. Por aquel tiempo -1978- el Aikido era muy poco conocido en España; ¡no digamos en la Sierra! Por estos lugares solo se conocía el Judo, el Karate y, cómo no, gracias al cine y la televisión, el Kung Fu. No obstante las pocas expectativas económicas que le podía ofrecer a su negocio el Aikido no vaciló y nos abrió las puertas de su casa que ha sido, desde entonces hasta el día de hoy, la nuestra, pues como en mi casa me he sentido siempre en su dojo. Nos conocíamos de antes y siempre nos hemos apreciado y respetado. Nunca falló entre nosotros la lealtad y el entendimiento.

 

En mi nombre y en el de todos los miembros de la Asociación para el Fomento del Aikido de Madrid, las mas sinceras condolencias para su esposa Dña. Isabel Hidalgo, sus hijos David y Ana, sus hermanos Teresa y Antonio, y para todos sus familiares y allegados. Un fortísimo abrazo a todos.

¡Por ti, amigo!

Siempre estarás presente en nuestra memoria y en nuestro corazón.

 

Lucio Álvarez Ladera