Buenos días, Bea, buenos días a todos.
Bueno, amiga mía, en el fondo tengo que felicitarte por tu estupenda ‘meditación’.
¡Qué distintas son las reacciones de la mente de cada uno! No se si te refieres a la sesión del sábado, que para muchos fue una sesión muy plácida…
Pero –cómo no iba a haber un ‘pero’- hay un dicho zen que dice que: “Zazen es zen”. Que significa: ¡Sentarse a meditar es meditar!
Aunque nuestras sesiones no podrían llamarse propiamente ‘meditación’, porque se trata solo de una introducción bastante básica, las seguiremos llamando así.
Meditar no es conseguir, conquistar un estado más o menos cómodo y/o agradable. Meditar es practicar la concentración de la mente, su fijación. Debemos ponernos a ello sin más. Igual que el Aikido, no tenemos que tratar de conseguir, obtener musubi, armonía y demás, es practicarlo. Practicarlo en cualquier circunstancia. Los días buenos o malos, las buenas o malas sesiones de ‘meditación’, son solamente apreciaciones personales condicionadas. Hemos decidido qué y cómo queremos que sean los entrenamientos y si no se ajustan a esos parámetros preconcebidos, decimos que hemos tenido un mal día.
Como suelo repetir en las clases, ¡esos días son precisamente los mejores! ¡Aprendemos de esas ‘dificultades’! ¡No son problemas, son oportunidades!
Y esto es perfectamente aplicable a cualquier situación en la vida. ¡Gracias Sr. por esas pruebas que me permiten mejorar! No hay nada que lograr, solo vivir. No hay nada que analizar, comparar ni elegir.
Ante esas aparentes ‘pegas’, practicar. Y siempre firme, pero suavemente.
Por tanto, amiga mía: ¡Enhorabuena por tu estupenda ‘meditación’!
Un fuerte abrazo.
Gracias por tu aportación y que tengas un verano plácido, agradable y alegre. Seguro que sí, porque la alegría, a ti, se te sale por los poros.
Feliz verano también a todos los demás.
Lucio Álvarez