¿Cuántas veces has caído en la colchoneta…?
¿Cuántas veces has soportado el dolor de un “Nikyo” en tu muñeca…?
Dime, ¿cuántas?
¿Acaso no has salido de clase alguna vez magullado?
¿No has comprobado como duele el golpe de un “Bokken” en el dedo índice de tu mano derecha?
¿Eres el único que no ha sentido miedo cuando una técnica que desconocías al principio de tu práctica, te sorprendía por su dificultad? ¿Verdad que no; que tú también tuviste miedo?
Y dime, ¿qué hiciste?
Te lo voy a contar yo.
Te levantaste de la colchoneta, con ganas y actitud de seguir, cediste al dolor del “Nikyo” y seguiste el movimiento, resoplaste lo justo y necesario y volviste a agarrar tu “Bokken” para seguir con tus “Kumitachi”, y cuando viste por primera vez la realización de un “Koshi Nage”, tuviste miedo, pero seguiste adelante, te dejaste guiar por tu maestro, e hiciste lo que pudiste. Te llevaste un moratón a casa, del que luego presumías con amigos, o en el trabajo, como una marca del guerrero que estuvo en la primera línea de batalla…
Y ahora, de verdad, Aikidoca, Guerrero de la Luz, Alma Imparable, ¿tienes miedo?
Te soy sincero. Sí, está generalizado el miedo, pero el miedo es un producto de la mente. El miedo roba tu esencia, el miedo baja tu sistema inmune, el miedo te envejece más rápido, te vuelve más vulnerable y absolutamente manipulable. ¿De verdad vas a dejar que algo que tú generas te haga todo eso? La incertidumbre reinante genera miedo, pero insisto, el miedo lo crea tu mente.
¡¡¡ El miedo no existe !!!. “-Mira, por ahí van mi miedo y el tuyo caminando…”. ¿Verdad que no?. Si no alimentas a tu miedo, lo matarás de hambre…
Controla la información que recibes. No te dejes intoxicar por tanta información, contrainformación, reproches, culpas, desgracia, sufrimiento, muerte… Piensa que lo que llega a tu cerebro es lo que te programa, como si fueras un ordenador.
¡¡¡ Confina a tu miedo a no salir !!!
¡¡¡ Contagia a tu miedo con la pandemia del AMOR!!! (así, en mayúsculas).
Vacúnalo con la risa floja de un niño, con el especial cariño de una abuela a su nieto, con el aroma de una rosa, con el calorcito de los rayos del sol, con la ilusión de un niño que abre los regalos de Papá Noël, con la magia de un arcoíris tras la tormenta…
Ante la pandemia y confinamiento en el que vivimos en estas horas, existe una gran negatividad palpable en el ambiente. Infectados innumerables, ya van por más de mil los fallecidos, los datos de la economía son infinitamente peor que los esperados por los expertos, y las previsiones amenazan ruina global…
¿Y cuál va a ser nuestra actitud?
¿No sientes que el Aikido te ha estado preparando durante tanto tiempo para este momento?
¿Nos vamos a quedar paralizados en la colchoneta sin levantarnos? ¿Nos vamos a quedar en el lamento del dolor de muñeca? ¿Vamos a soltar el “Bokken” de nuestras manos y por miedo a otro golpe no lo vamos a agarrar? ¿Vamos a decir que no estamos dispuestos a recibir el “Koshi Nage” de la vida?
Crear expectativas siempre va en contra de la evolución del Aikido, porque el Aikido es momento presente…
¡¡¡ Sé valiente !!!. No crees expectativas negativas. Crea proyectos ilusionantes. Enfócate en el bienestar, en el amor, en la tranquilidad. Enfócate en la solución. Enfócate en que todo está resuelto.
No te dejes contagiar por la negatividad que ha inundado el subconsciente colectivo.
Sé el cambio que quieres ver en el mundo, como decía Mahatma Gandhi.
De cómo vibres tú, dependerá cómo vibrarán los demás a tu alrededor. Y esa es una gran responsabilidad para cambiar el mundo; como una ficha de dominó que empuja a una segunda, esta a una tercera, y una cuarta, quinta…
¡¡¡ Contágialos !!!
Vamos a levantarnos de la colchoneta, vamos a aceptar el dolor de la muñeca, vamos a resoplar lo que haga falta y a volver a agarrar el “Bokken” con una postura correcta, y vamos a realizar ese “Koshi Nage” todo lo bien que podamos, con seguridad y relajados.
Sigue las directrices de las técnicas de Aikido para protegerte:
– Distancia.
– Postura.
– Desplazamiento.
– Actitud.
1.- Toma distancia con respecto a la negatividad reinante y con respecto a nuestros semejantes y seres queridos. ¡¡¡Protégete!!!
2.- Adopta la postura de no rendirte ni dejarte influenciar.
3.- Realiza el desplazamiento necesario para apartarte de la corriente negativa.
No nos vamos a rendir. Pero no nos vamos a enfrentar. Vamos a adaptarnos y dirigir el ataque con amor.
De todo esto vamos a sacar grandes enseñanzas y sin duda va a ser un empuje para el desarrollo de nuestro Aikido, nuestro crecimiento personal, nuestro desarrollo en la unión Cuerpo – Mente – Espíritu.
Somos Aikidocas.
Esto es “Toko iku”.
Volveremos a juntarnos.
Volveremos a practicar.
Nos vemos en el Tatami.
¡¡¡ FUERZA !!!
¡¡¡ VAMOS !!!
¡¡¡ OS QUIERO !!!
Diego