Paso de grados
Estos últimos días Roberto García Albares, Alberto García Luengo y José Pérez Raya nos han deleitado con sus exhibiciones para paso de grado a 6º Dan los dos primeros y a 5º Dan el tercero.
¿Qué decir?
No eran exámenes y por tanto, mi opinión de poco vale. Ya dejé claro que ni a mi, ni a nadie, tenían necesidad de demostrar nada. Con su trayectoria en la A.F.A., y antes incluso, ya han demostrado todo lo que tenían que demostrar. Estoy convencido que la Asociación, la escuela de Aikido, que es primero, queda en inmejorables manos.
Los tres, a mi juicio, se complementan admirablemente y en ellos deposito mi total confianza.
No obstante, diré que me ha encantado lo que han hecho: la fluidez de Roberto, el extenso catálogo de técnicas, armoniosa e impecablemente ejecutadas por Alberto y la particular y atrayente interpretación de musubi por parte de Pepe.
Gracias, gracias de todo corazón. Agradezco al Señor haberme puesto en contacto con vosotros. Tener discípulos, tan fieles. Leales y queridos amigos. Gratitud que se hace extensiva a todos los practicantes de la A.F.A., en buena parte gracias a vosotros.
Desde luego, sin un maestro no hay discípulo, pero tampoco hay maestro sin un discípulo. Es una admirable simbiosis, metáfora de la propia vida, ¿qué somos los unos sin los otros? Todos somos partículas de un Cuerpo Mayor, de un Conjunto cósmico, de una Energía Superior, Chi, Kototama, Shabad, Espíritu Santo; de la Creación, de Dios.
Veo que en los dojos de la Asociación, de la escuela, se imparte el Do de la armonía, del Amor, cada uno a su manera, pero sinceramente. Eso es lo más importante, y lo veo en el ambiente, en la forma que entrenan vuestros seguidores, en el poso de verdad que estáis dejando y en lo bien que es recibido.
No os felicito a vosotros, me felicito a mi mismo y a vuestros alumnos que ya son parte también mía, queridos amigos.
El corazón amoroso es un hotel con plazas ilimitadas, cuantos más se alojan en él más crece y mejor luce.
Un abrazo a todos/das/des…
¡KOKOROKARA KOKOROE!
Lucio Álvarez Ladera