«Como busca la cierva corrientes de agua,
Así mi alma te busca a ti Dios mío»
Sal.41.
El fin último del ser humano, al menos así lo creo yo, es ser uno con el Uno, criatura que reposa en el Amor del Creador, y desde esa Unión, disfruta del verdadero Ser.
Quiero agradeceros a todos los que, en este último recodo del camino de mi madre, nos habéis acompañado. En medio del dolor de la presencia física, nos habéis/ me habéis ayudado a comprender que la vida es un camino a la Esperanza de esta unión con el Uno, que es Dios.
Mi madre, que era una profunda creyente, alejada de beaterios y artificios, siempre decía que moríamos como vivíamos. Y así fue; ella murió con paz, y nos dejó con paz a los que la queremos.
Muchas gracias.
Un Abrazo muy fuerte.
Beni.