Buenos días a todos,
He tenido días muy liado y la verdad es que he ido dejando esta reflexión que quiero compartir con vosotros día a día.
Pues sí, un curso distinto, no solo en la parte práctica, sino también en la parte «espiritual» de nuestra meditación/relajación. Gracias al regalo que nuestro maestro Lucio nos hizo el sábado, dado a través de su maestro espiritual, en forma de mantra, con una frase que a mi modo de ver resume muy bien los últimos acontecimientos de nuestra escuela.
No estoy, creo, preparado para ver la repercusión de este regalo, pero se de la importancia del mismo por medio de las palabras de mi maestro Alberto, y se que es algo muy excepcional que se de a un no-iniciado como soy yo. Y me quedo con las palabras que dijo Alberto en su extensa e interesantísima charla del domingo «Algo habrán visto en nuestro grupo de Aikido para hacernos semejante regalo». Por lo que una vez más, agradezco muchísimo este «presente» que se nos ha otorgado, pues al menos en mi caso, me guió perfectamente en la relajación de ambos días.
En cuanto a la practica, una vez más vimos los distintos estilos de aikido que tenemos en nuestra escuela, sin salirnos de la línea maestra marcada por nuestro maestro Lucio. Enriquece nuestra vía, añade detalles nuevos que vemos en otros maestros con los que no estamos habituados a practicar.
El aikido siempre hemos dicho, o siempre digo, que es una via espiritual, un camino de aprendizaje donde tenemos que ir añadiendo a nuestra esfera nuevos detalles. Estos cursos nos valen para ello. Añadimos detallitos, formas nuevas que nos enriquecen.
Esta semana pasada he asistido al curso de Endo Sensei (uno de los últimos alumnos directos de O’Sensei) en Granada. Un aikido distinto, otros compañeros con los que practicar, cada uno con su técnica, con su aikido. Todo suma, todo enriquece, todo añade. La línea de nuestra escuela sigue mucho la línea de Endo Sensei, mucho musubi, nada de brusquedades (de hecho Endo siempre dice que las técnicas nunca a la fuerza, no lo ve como Aikido) y siempre, siempre insistiendo en que hagamos el Aikido nuestro, es decir, que no intentemos copiar lo que veamos. Es lo que debemos hacer cuando varios maestros nos enseñan su forma de hacer las técnicas. No debemos copiarlos, sino enriquecer nuestro aikido con detalles que extraigamos de su estilo.
En fin, que como siempre, muy interesante el curso nuestro. A seguir enriqueciendo nuestro camino.
Y al maestro Lucio, desearle una pronta recuperación. De corazón.
«Para practicar plenamente el arte del aikido, debes calmar el espíritu y regresar al origen. Limpiar el cuerpo y el espíritu removiendo malicia, egoísmo y deseo. Sé siempre agradecido por los dones recibidos del Universo, tu familia, la Madre Naturaleza y tus semejantes los Seres Humanos»
Un abrazo.