“Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres”. Víctor Hugo.
¿Quién dice que unos fracasan y otros tienen éxito? Éxito y fracaso son conceptos del ego, que solo pretende satisfacerse a sí mismo. Si consigue cumplir un deseo cuándo, dónde y cómo él ha presupuesto, ha triunfado, y si no, no. De esa ‘suposición’, de ese deseo incumplido -según escenarios impuestos por nosotros mismos- nace la decepción, la frustración, la ‘sensación’ de fracaso.
¡Tremendo engaño! ¡Nadie fracasa!. Andar el Camino es el Camino:
“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino”…
Cantaba Machado. Y el Camino no es siempre llano y sencillo, a veces se retuerce y se empina, se hace más estrecho y accidentado, pero nada más, el Camino no acaba ahí, sigue. Esas ‘dificultades’ nos ayudan a superarnos, forman parte esencial de nuestro desarrollo; del Camino. Parafraseando al Monje del Peregrino Ruso diremos que la decepción es el peor de los errores (él dice ‘pecados’) y la principal arma usada por el ego (‘mundo de las tinieblas’, lo llama). Y aconseja que, precisamente, aún cuando hubiésemos caído en el peor de los errores (‘en lo más profundo de los infiernos’, dice él) -cosa que evidentemente ni por asomo es la que ha ocurrido-, no deberíamos dejarnos llevar por la decepción ni desesperar. Es, al contrario, mayor razón para alzarnos y sacar de nuestro corazón (‘de Dios’, dice) más fuerza que antes.
Refiriéndonos a los exámenes de 3er Dan de este curso pasado –que es a lo que aludimos desde el comienzo-, ¿de verdad pensáis que no haber ‘aprobado’ es un fracaso? Si es así no habéis entendido mis palabras ni la intención del Aikido.
“El fracaso es la clave del éxito; cada error nos enseña algo”. Morihei Ueshiba.
Si como dice O Sensei el ‘fracaso’ es la clave del ‘éxito’, ¿existe el ‘fracaso’? Si es lo que nos sirve para descifrar el ‘éxito’, si es la llave, el quid del ‘éxito’, ¿se podrá considerar ‘fracaso’?
Mirad de verdad a vuestros corazones, sin dejaros influir por el ego contrariado, que tratará en todo momento de justificarse, de ‘arrimar el ascua a su sardina’. Sed verdaderamente imparciales, reflexionad, analizad vuestra actuación, reconoced los errores (nada tiene que ver esto con el fracaso). Quizá, simplemente os habéis adelantado, o no. Pero, sea como sea, ¿la experiencia no os ha servido de nada?, ¿no os servirá de nada? ¿Es un fracaso haber pasado por ella? ¿No vais a sacar nada bueno de haberlo intentado?
¿Es fracasar ver que habéis sido capaces de aguantar el esfuerzo? ¿Salís igual que entrasteis? ¿De verdad que no ha supuesto ningún mérito? Pongo un nombre, un ejemplo: la evolución experimentada en Rafa, ¿es eso un fracaso? ¿Igual vino que va? ¿Igual ahora que antes de ponerse a ello?… Y para vuestro misogi, ¿es un fracaso haber estado ahí y haber pasado por todo, incluido el ‘suspenso’?
¡Tiene un gran mérito. No hay tal fracaso! Habéis triunfado. Aunque no ponga en vuestro carné que sois tal o cual Dan, en vuestro corazón va a poner que sois personas mejores.
Tengáis en cuenta o no mis palabras, lo cierto es que sólo de vuestro ‘punto de vista’ dependerá que haya sido un ‘éxito’ o no. Solo del color del cristal con que miréis.
“La satisfacción radica en el esfuerzo, no en el logro. Un esfuerzo total es una victoria completa”. Gandhi.
Igualmente dependerá de su humildad si los que han ‘aprobado’ han tenido ‘éxito’ o no. Quizá, alguno, ensoberbecido por el ‘éxito’ de haber aprobado, pueda leer 2º, 1º, 3º, 4º Dan o 1er Kyu, en su carné y sentirse por ello más importante. Pero en tal caso, no podrá leer: “mejor persona” en su corazón. Espero que esto no suceda. Espero -como gracias a Dios ha pasado en otras ocasiones- que la próxima vez que os vea pueda leer en vuestros ojos ese: “mejor persona”, “mejor aikidoka”. No habrá mayor satisfacción para mí.
Aplicad todos esta reflexión, incluidos los que ni siquiera se han presentado a examen.
Desde aquí felicito a todos los participantes en el curso -examinados o no-, por vuestro entusiasmo, por vuestro esfuerzo, por el buen ambiente y la armonía que gracias a todos y cada uno ha reinado.
¡Gracias!
Lucio Álvarez