Aikido: Un legado del pasado, visión para el futuro – por Stanley Pranin
Como todos Uds. saben, nuestra preocupación en el Aikido Journal tiene que ver con el aikido como un conjunto de técnicas y como una herramienta para alcanzar una resolución pacífica a los conflictos. Esto significa que nuestro punto de partida se refiere al arte formulado por Morihei Ueshiba, junto con sus inseparables premisas humanísticas. Este es el estándar por medio del cual medimos el contenido de las técnicas y la moralidad en el comportamiento. El objetivo del aikido también constituye nuestra visión en el mundo del futuro en el cual se pueda alcanzar una interacción pacífica en la sociedad mediante la presencia de una espada con la habilidad de permanecer enfundada.
Para poder anticipar a la violencia es requerido que exista fortaleza, técnica, y previsión, y no simplemente un “deseo porque exista la paz.”
Muy a menudo he sido un crítico del contenido de las técnicas entrenadas hoy en día y de la práctica habitual del aikido que se observa en varias escuelas. La razón de mi consternación se debe al hecho de que la práctica del aikido realizado de esta manera es una forma desvalorizada del arte marcial legado por el fundador.
Ciertamente, cada persona es libre de entrenar en la forma que le parezca, pero lo que yo cuestiono es la validez de lo que se observa hoy en día como “aikido” cuando lo que representan no es más que un caparazón vacío del verdadero arte.
Habiendo dicho esto, quisiera remarcar un fenómeno muy notable. El aikido, aún con esta transformación, ha sido un fenomenal acontecimiento en Japón e internacionalmente. Es uno de los artes marciales más importantes practicados en el mundo y se ha convertido en una palabra muy común en muchos de los países desarrollados. A diferencia del judo, karate o, kendo, el aikido ha alcanzado una gran distinción a pesar del hecho de que no se ha convertido en un deporte y debido a esto no posee competición como un medio para generar el interés. Pero si las técnicas de aikido como son practicadas hoy en día son débiles e ineficaces en situaciones reales de defensa personal; si el aikido no puede contar con competiciones el Tomiki Aikido) como un medio para atraer a la gente joven, entonces en dónde radica su gran expansión?
Le he dado a este enigma una gran atención en estos meses y he llegado a dos conclusiones las cuales describo a continuación.
La primera se refiere simplemente a la excepcional belleza en las técnicas en aikido. El movimiento circular entre dos compañeros los cuales no demuestran que exista violencia es una maravilla de admirar. Existe un movimiento fluido y mucha gracia en las técnicas en aikido que no es vista en su arte precursor, el Daito-ryu aikijujutsu. La otra característica del aikido que ha contribuido a su amplia aceptación se refiere al concepto innovador de que es un arte marcial que sirve como una herramienta para alcanzar la paz. Esto no quiere decir que las artes marciales clásicas, o mejor dicho las artes marciales modernas, no buscan el desarrollo personal del individuo. Por supuesto que lo hacen. Pero lo que hay en especial en el aikido es su fondo espiritual el cual se manifiesta en sus movimientos físicos y se hace integral en sus técnicas.
La situación como yo la veo la describo a continuación: Aikido por sí mismo, junto con los componentes que representa son tan interesantes que ha sobrevivido y prosperado hasta en su forma más degradada. Si este es el caso, cuál debe ser el impacto de este arte en la sociedad si las técnicas y los conceptos del fundador tendrán que ser puestos en práctica en el arte? Este tipo de aikido seguramente será revolucionario y tendrá grandes consecuencias!
Pero no podemos relacionar nuestra conexión con el fundador simplemente diciendo que el aikido es un “arte marcial espiritual”. En lugar de esto, líderes y maestros del arte deben ejemplificar esta espiritualidad en todos los aspectos de sus vidas, y no solamente hacerlo en el dojo. No podemos tener éxito en convencer a las personas de que el aikido es un arte marcial efectivo simplemente mostrándoles movimientos leves y movimientos en donde se vea que el atacante esté en complicidad con su compañero. Debemos demostrar técnicas convincentes en donde todas las partes del cuerpo estén protegidas, que los movimientos sean fuertes, pero controlados y aplicados con compasión. Sólo de esta manera podremos hacer justicia a la forma y al significado del aikido.
Nuestro reto como una revista fiel al estudio y propagación del aikido es el de muy fielmente y en forma repetida expresar este mensaje de esperanza. Pienso que tu reto como individuo y aikidoka en cualquier lugar es el de revalorar tu contribución en el arte. Yo sugiero que inicies por leer temas relacionados con el fundador. Hoy en día, hay una gran cantidad de libros …..
Finalmente, quisiera pedirles que realicen un esfuerzo personal en rejuvenecer su propio entrenamiento. Si vas a invertir tu valioso tiempo en aprender un arte de defensa personal y vas a realizar una forma de entrenamiento físico para desarrollar tu salud, no te debes a ti mismo a que constantemente debas probar tus límites? Aikido tiene ese potencial como una disciplina de crecimiento personal y también ayuda al mejoramiento de la sociedad, por lo cual sería una gran pena el no entrenarlo con la misma intención original del fundador. Tú tienes en tus manos la autoridad para hacer esto. Por favor da lo mejor de ti.
Así, deseándoles a todos Uds. y al Aikido Journal otros veinte exitosos años más!